lunes, 8 de febrero de 2010

Patagonia - CALAFATE

Encontrar las palabras que resuman la hemorragia de placer sufrida el pasado 23 de diciembre es difícil. Comienzo de las vacaciones con amigos "harrisonianos" (de aquellos!) para compartir juntos el Calafate. Todo empezó en una bar. No imagino otro comienzo.
Un haz de luz iluminó aquel momento.

Iron Fernandito, el más inoxidable deportista, otro amigazo santafesino que habita la tierra de cubitos para mantenerse joven, un alegrón reencontrarlo después de tanto tiempo...
El intrépido y experimentado guía glaciario posa durante el trekking que condujo sobre el Perito Moreno!!! Nosotros, como turistas VIP, disfrutamos a full de la caminata.

Un pequeño gigante. Fernandito, posa sonriendo después de la travesía. Un groso.

El team se prepara para embarcarse por el lago Argentino.

Se va la combi!

Emponachados hasta el...

Camino hacia el glaciar.

Antes de caminar sobre el hielo nos colocamos un calzado "air" con clavos.
Pasame una 43 que la 42 me queda chica...



En el glaciar, durante una paradita programada para tomar aire (no whisky...).

Una especie de imán me guío hacia ese bar glaciario. Hipnotizado. Ahora si el whisky on the rocks!

Salud Rulito!!!

Camino danger. Sonrisa nerviosa de Gabita...sobre todo después del refrigerio...

Gabita se lanza nomás!. Los muchachos la custodian.

Agrietados.

Un fotito beatleara.

Cuidado, derrumbes...

Para que su presencia pase inadvertida, Bondio lucía una peluca media "valdarramesca".

Cena navideña. Durante toda la estadía, el Bondio fue quien nos cocinó un manjar tras otro. Para la noche del 24 nos agasajó con un peceto con verduras y una salsa criolla antológica.
On the table todo servido...

La mencionda carnusa luce para la foto junto con quien fuera su mentor: BONDIO.

Ritual de la criolla. Primero nos ponemos de la peluca.

El ingrediente mágico y secreto del sensei...(secreto de estado)

Es un poco fuerte el olor...

Unas risas para condimentar con buena onda.

Se revuelve y se revuelve.

Lista la colorida y sabrosa criolla!

Al final del ritual, sonrisas distendidas y obvio un trago de vino.


Unas postales. Para encuadrarlas, un variadito de pics. Glaciares, tarde de pesca, pelucas, caminatas y bares.

Foto final. El brindis con whisky on the rocks glaciario cerró una tarde de pelos y cierra este post resumiendo aquellos inolvidables momentos compartidos entre grandes amigos en el Calafate. Recuerdo con nostalgia pero anhelando una segunda vuelta.